¿Te has encontrado alguna vez en una situación en la que necesitas unas hamburguesas a última hora porque se ha organizado una cena improvisada? ¿O quizá quieres llevar algo de chorizo y jamón para una escapada temprana al día siguiente? Incluso puede que se te hayan olvidado unos filetes clave para la comida de ese día. Para estas y otras emergencias, la Carnicería Marisa, en Alberite, tiene la solución: un vending de productos frescos y embutidos disponible las 24 horas.
Este innovador servicio, situado en la calle Las Parras y operativo desde hace tres meses, se ha convertido en un recurso esencial tanto para los vecinos del pueblo como para personas de localidades cercanas. Se trata de una máquina frigorífica que ofrece una amplia selección de productos: embutidos, quesos, carne fresca como lomo adobado, costillas, alas de pollo, cachopos, secreto ibérico, ternera… Además, muchos de estos productos son ecológicos y se reponen diariamente.
La iniciativa surgió de Marisa, la actual gerente, quien decidió modernizar un negocio familiar con raíces en los años 50. En sus inicios, su suegra Rosi atendía a los clientes desde el mostrador de una carnicería tradicional. Sin embargo, Marisa vio la oportunidad de dar un giro al negocio, propiedad de Embutidos Luis Gil, que también cuenta con una granja de cerdos Duroc criados en régimen ecológico en Las Ruedas de Ocón. Este enfoque ha permitido a la carnicería adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, ofreciendo un servicio accesible las 24 horas y manteniendo la calidad como su principal sello.
«El público valora la calidad, y por eso nos visitan tanto jóvenes como mayores», comenta Rosa Gil, hija de la dueña. Este modelo ha permitido a la carnicería combinar la tradición con la innovación, ampliando su alcance sin perder el vínculo con la clientela local. Aunque su producto estrella es el cerdo ecológico, también ofrecen una variedad de carnes como cordero lechal, entrecot japonés, wagyu o incluso potro. Este tipo de oferta, que hace años sería difícil de imaginar en un pequeño negocio, ahora llega a toda España gracias a los envíos a domicilio.
Rosa señala que la clave está en evolucionar sin perder la esencia: «Queremos que prueben cosas nuevas, pero siempre manteniendo nuestra identidad. Gracias a la mentalidad abierta de nuestros padres, hemos podido innovar sin renunciar a ser una carnicería de calidad». Además de los productos tradicionales, el negocio se ha adaptado a las necesidades actuales con opciones como pedidos por WhatsApp, pagos con Bizum y reparto semanal. También destacan los asados por encargo, una solución muy popular para eventos y celebraciones, que es posible gracias a sus hornos industriales.
Con esta apuesta por la innovación, Carnicería Marisa no solo ha conseguido satisfacer a sus clientes habituales, sino también llegar a nuevos públicos, tanto dentro como fuera del país.
Fuente: Nuevecuatrouno
